"Hacer política" es tratar de convencer al otro de tus puntos de vista. Para eso, se pueden usar los agumentos que hagan falta. El Gobierno usa todos: la razón, la ideología, la caja, las denuncias cruzadas, la obra pública, las propuestas de candidaturas, embajadas, cargos públicos…
Hace unos días discutía con un amigo sobre cuál es la verdadera función de un diputado o un senador. Él se quejaba de que El Cuervo Larroque estuviera en La Plata con remeras de La Cámpora, haciendo "tareas solidarias", en lugar de estar en su despacho pensando qué ley sacar para que el problema de fondo se resolviera. En síntesis, él me decía (con razon) que sus "tareas solidarias" las pagábamos todos porque las estaba haciendo en su horario de laburo.
Más allá de que coincido con que el Cuervo no estaba ahí por "solidaridad", intenté explicarle que el laburo de un diputado o senador no es legislar (solamente) sino fundamentalmente hacer política. No es escribir el mejor proyecto de ley, técnicamente hablando, si no hacer que sus ideas lleguen a la práctica de la mejor manera posible. Pero en general, cuando digo que a los legisladores les pagamos para "hacer política" todos me putean y la discusión se termina. No es simpático decir que le pagamos mucha plata a 325 tipos sólo para que hagan política.
La oposición se olvidó de "Hacer política" y se limitan a comentar la realidad como si fueran periodistas. La votación de este miércoles en Diputados sería un buen momento para que la oposición logre una victoria parlamentaria. Los números no están tan lejos.
La oposición simplemente va a los medios a decir "qué barbaridad", pero no hace nada para tratar de cambiar las posturas de aquellos que dudan. Recién ahora una ONG salió a juntar firmas para que algunos legisladores cambien su voto. En el medio aparecen dudas sobre algunos radicales y diputados de centro izquierda que podrían votar con el oficialismo o "sentirse mal" justo ese día. El Gobierno tiene los recursos (económicos e ideológicos) para hacerlo. ¿Qué hace la oposición para contrarestarlo?
El Gobierno hace política todo el tiempo y por eso gana aún en los peores momentos. Esta oposición sin líderes, sin ideas, con gestos de resignación, todos peleados con todos, avanza derecho a una derrota que sabe segura. Esta oposición es funcional al Gobierno.